Cuando la cocina para el tiempo

El mundo de la gastronomía es especial para mí. Cuando elaboro cualquier plato el tiempo se detiene.
Hola mi nombre es Ángela Puertas, soy la creadora de este proyecto culinario apasionante bautizado con el nombre de A Mesa y Mantel. Profesionalmente hablando, me dedico al mundo de la cocina desde hace ocho años, si bien he vivido este oficio desde bien pequeña porque me crie en el restaurante familiar Juventud, de Campocámara. Sin duda, ese fue el mejor aprendizaje que pude tener, acercándome a la gastronomía de una manera natural, y compartiendo muchos momentos con mi familia.
Lo mío, por lo tanto, es pasional y también algo de vocacional. Yo tengo otra formación académica, pero la cocina siempre se me ha dado bien, y así fue como surgió mi relación con la restauración. Cuando me pongo a cocinar noto como si el tiempo se detuviese, una sensación de plenitud que me lleva a ser creativa y muy perfeccionista con las propuestas culinarias que hago.
Aunque también comando mi querido catering con la empresa El Zagal junto a mi hermano y mi cuñada, mi proyecto profesional más personal es A Mesa y Mantel, que es un nuevo concepto de comida a domicilio basado en la cocina tradicional. No tiene nada que ver con la comida rápida y toda esa oferta culinaria. Al revés, es cocina de cuchara, de la de toda la vida, que se la llevamos hasta las casas donde les gusta comer bien, pero que por diferentes motivos no tienen tiempo para elaborar esos platos.
Se trata de facilitar la vida a la gente. Facilitarle su labor culinaria para que no tengan muchos quebraderos de cabeza a la hora de cocinar un menú, sobre todo si no tienen quien les haga la comida. Somos un servicio de reparto a domicilio que te lleva la comida a casa, previo encargo por nuestra página web, todo tipo de platos tradicionales y últimamente hasta internacionales. Te llevamos los pedidos congelados, para que lo puedas disfrutar a lo largo de toda la semana, o cuando se quiera.
A Mesa y Mantel es un proyecto novedoso sobre todo desde un punto de vista de nuestro entorno rural. Poco a poco se va abriendo camino. Llegamos hasta doce pueblos. Para nosotros es importante el factor digital. Es muy gratificante por ejemplo cuando le llevas el encargo a personas mayores, que por diversas circunstancias no pueden cocinar, y ellos mismos te dan las gracias. Hay un factor humano muy importante también en este proyecto. Lo cual se agradece.